Desde el comienzo de la organización siempre supe que los sentimientos iban a ir variando. Desde los buenos a los no tanto. Emoción, ansiedad, felicidad y por supuesto MIEDO. Por lo tanto mucha gente se preguntara ¿Y si tenes miedo para que lo haces? Lo bueno de todo esto es que hasta los sentimientos malos terminan siendo buenos. ¿Cual es el punto de hacer algo taaaaaan GRANDE si no tenemos un poco de miedo? Obvio que debo tenerlo. Es natural. Estoy saliendo de mi zona de confort y estoy haciendo algo que siempre soñé. Estoy probando mis limites. Pronto me voy a encontrar minúscula en medio del mundo, mi alma y yo caminando por calles desconocidas. Y claro que da miedo. Da miedo conocerme aun mas a mi misma, da miedo probar mis limites, mis ganas, mi iniciativa. Da miedo el fracaso y da miedo el orden en el que se van a dar las cosas. Y me felicito por tenerlo. Me felicito por sentir esto porque quiere decir que soy consciente de lo que esta por pasar. Y aun asi ME ANIMO. Doy ese paso que me separa de lo que quiero hacer. Estoy tomando riesgos y aun así me tiro a la pileta.

Muchas personas me dicen que lo que estoy por hacer es el «sueño del pibe». Y si lo es. Y me pregunto porque muchas personas lo tienen como sueño pero nunca se animan a hacerlo realidad. Y hay muchas posibilidades de que esto se deba al miedo. Miedo a hacerlo realidad. Depende de uno tomar ese sentimiento y convertirlo en algo bueno, hacerte mas fuerte, utilizarlo a tu favor o simplemente dejar que el miedo gane y nunca lo hagas realidad. Si te hace feliz, deberías hacerlo o al menos intentarlo. Porque si realmente lo deseas deberías juntar todas tus energías y hacerlo realidad.

La vida se trata de crear recuerdos, animate.